lunes, 15 de julio de 2019

Y la vida va

Hace mucho, muchísimo, que no escribo en el blog. Supongo que necesitaba que pasara el tiempo para volver a sentarme a escribir sobre esta enfermedad que es ya una epidemia. Si fuera una gripe estarían encendidas todas las alarmas y se habrían activado mil protocolos de seguridad pero parece que con el cáncer eso no sucede. Estoy convencida de que nos están envenenando con algo que aún no se ha hecho público así que mientras eso sucede cuidémonos, hagamos la parte que nos toca: comer bío, evitar pesticidas, llevar una vida más o menos sana… todo esto si no eres pobre porque si estás en el paro o la enfermedad no te permite trabajar como debieras o quisieras estás perdido, no te queda otra más que comer lo que puedas pagar y sobrevivir como puedas.

He decidido volver a escribir hoy porque Doris, una amiga, acaba de saber que tiene cáncer; aún no tiene el diagnóstico definitivo ni sabe el tratamiento que va a tener que seguir aunque ya le han adelantado que es posible que tenga que pasar por una cirugía, quimioterapia y radioterapia. Por eso quiero que Doris lea el blog, para que sepa que se puede salir de esto, con dolor, con momentos difíciles, con miedo, pero con mucha fuerza, mucho amor, mucha amistad y con una visión de la vida mucho más real y clara. 

En todo este tiempo me quitaron el portacath, el 2 de febrero de 2018, fuen muy sencillo mucho más que colocarlo. Lo único es que me ha quedado la vena muy marcada, de hecho pensábamos que podía ser que hubiera algún resto pero después de radiografía, ecografía y exploración lo que sucede es que la vena se ha esclerosado, algo más o menos frecuente. Bueno, un recuerdo más junto con la cicatriz de donde estaba colocado.

Las sesiones de radioterapia fueron muy soportables gracias a mi «bombero» como lo llama mi doctora y amiga Pilar; gracias a lo que él hizo a distancia no tuve ni una sola quemadura ni dolor. Recomiendo a todo el mundo que busque algún curandero, o como quiera llamarlo, que quite las quemaduras. En mi caso fue a distancia (mil gracias Alfredo por hablar con Felipe), pero hay cien maneras y métodos, mediante imposición de manos, con sesiones diarias, por teléfono… no importa siempre y cuando sea alguien que no se está aprovechando de esta situación tan difícil y complicada.

Desde hace dos años y medio estoy con la hormonoterapia, tomo Letrozol, es un inhibidor de la aromatasa. No tengo demasiados efectos secundarios, algo de artrosis, dolor intermitente en la cadera y poco más. Cuando apareció el dolor de la cadera me asusté, pensé que podía ser una metástasis oséa pero no, felizmente me equivoqué, hicieron gammagrafía (repetida de nuevo en enero de 2019) y todo está bien; puede ser un efecto secundario de la hormonoterapia o una trocanteritis (una inflamación del sitio donde se insertan los músculos del fémur); estoy aliviando el dolor a base de aceites de masaje (árnica y gaulteria) y voy mejor. Se juntan los efectos secundarios con la edad que no perdona jajajaja.

Me siento casi normal, porque ahora es otra la normalidad, ya puedo dar caminatas, ya puedo volver a la montaña y ya siento que mi cuerpo a pesar de todo lo que ha pasado puede seguir adelante.





 


Mi canceróloga de Montpellier me ayuda mucho con su sonrisa, la veo una vez al año aunque las revisiones son semestrales, cosas tan nimias como la sonrisa de un médico puede hacer que tu ánimo siga en pie.

El resto de mi vida, la mayor parte de ella porque el cáncer ya no es mi prioridad, sigue su curso normal, mi pareja Ángel sigue a mi lado apoyándome en todo, mi/nuestra labrador Bety nos sigue acompañando con su vejez y su sabiduría perruna (y operada también de un tumor en una mama) y mi familia y amigos en la distancia siguen siendo mi gran apoyo, mis amigos franceses forman parte de mi nueva vida y sigo viviendo con ganas e ilusión. Y como dice un buen amigo que también ha estado enfermo (un mieloma) ahora la gente que me cae bien me cae mejor y la que me cae mal me da igual.


GRACIAS, MIL VECES GRACIAS POR SER MI ÁNGEL


No sé qué sucederá en el futuro pero LA VIDA VA, la vida continúa y pase lo que pase sé que tendré fuerzas gracias a todos los que están a mi lado para enfrentarme a lo que venga.

MI FAMILIA, LA MEJOR DEL MUNDO

Doris, tú también vas a poder con esto.